20N antifascista: ni olvido ni perdón
Mientras la mentira circula por las altas esferas del estado engañando a
la memoria de militantes antifascistas, en las calles de Valladolid
seguimos siendo victimas de las agresiones fascistas, agresiones que
siguiendo la política -si se la puede llamar así- de cerrar los ojos
ante las evidencias, se pasan por lo alto y se trata de “niñerías”.
Niñerías que marcan de porvida a jóvenes con ideas y no gusanos en su
cabeza. La pena por marcar a fuego un símbolo fascista es el mismo que
por hacer un graffiti, el ejemplo más claro. ¿Y pretenden que nos
creamos que esto es una sociedad democrática y justa, donde los males y
problemas se esconden o se olvidan?
De nuevo somos testigos de cómo la izquierda sucumbe ante la amenaza
derechista. El P$OE, supuesto abanderado de la izquierda española, nos
regala-muestra del talante y buenrollismo-una ley sobre la muy olvidada
memoria histórica. Un proyecto de lobotomía televisada que planea pintar
de rosa el recuerdo de una época marcada por la brutalidad del fascismo,
el mismo fascismo que hoy en día seguimos combatiendo. La ley de la
Memoria Histórica, aprobada el 28 del pasado julio, no hace sino
reforzar esa mentira mediática que llamaron transición democrática. Para
regocijo de fascistas fanáticos, el títere zapatero presenta una ley que
incumple a la tradición torera española los derechos, al trasladar toda
la escritura de nuestro pasado a instituciones particulares, evitándose
así trámites, olvidando sentencias franquistas, dejando de lado la
recuperación de las 800 fosas comunes. Bajo el lema de la igualdad, el
P$OE se ha sacado de la manga una ley que únicamente pretende borrar una
herida, olvidándose de la cicatriz. Las secuelas quedan. Y el dolor de
haberlo perdido todo, el dolor que invade a muchas familias hoy en día.
Una nación democrática no se puede construir sobre la mentira como no se
puede construir una casa en arena. Y eso es lo que pretenden, que
pretendieron en su día con la “transacción” democrática y pretenden
ahora con su ley del olvido histórico.
En Valladolid la política caciquil del acalde se refleja entre otras
cosas en la ordenanza antisocial, su utilización personal y vengativa de
ella, asi como la represión de la libertad de expresión de todo lo que a
el no le gusta. Ahi tenemos un ejemplo de democracia. Nos demuestra dia
a dia su actitud caciquil y fascista, ante aquellos que se lo dicen bien
claro y alto él se barabuconea y nos demuestra su gran educación,
criminalizando a la juventud de esta ciudad.
Y no podemos olvidar que León de la Riva es responsable directo de la
especulación en esta ciudad, que nos condena a la juventud a no poder
acceder a una vivienda digna.
Por todo ello, desde la Plataforma antifascista de Valladolid os convocamos a la
manifestación de 18 de Noviembre, para que en la calle y en los
edificios se oiga el grito. ¡Estamos hartos de mentiras!¡Estamos artos
de falsas democracias!¡Queremos memoria, derecho y futuro dignos!
Por la memoria – contra las agresiones – ¡LUCHA!