jueves, junio 19, 2008

Valladolid. Jornadas internacionalistas y anti-represivas.

x Comité de Solidaridad con los Pueblos (Valladolid

Palestina. Colombia. Euskal Herria: Tres pueblos en lucha.

Miércoles 25 de junio. Colombia: Terrorismo de Estado y Narco-Para-Militarismo.

Jueves 26 de junio. Palestina: 60 años de holocausto. 60 años de resistencia.

Viernes 27 de junio. Concentración Anti-imperialista y Anti-represiva. En solidaridad con los pueblos que luchan (Colombia, Palestina, Heuskal Herria, …). Pza. la Libertad, a las 20 horas.

Lunes 30 de junio. Euskal Herria: Represión y Movimiento pro Amnistía.

Todas las charlas-coloquio se harán en la “Casa de las Palabras” (C/. San Ignacio, nª 9-Bajo). A las 20 Horas.

Palestina. Colombia. Euskal Herria:
Tres pueblos en lucha.

Colombia: terrorismo de estado y narco-para-militarismo.

“Hay hombres que luchan un día y son buenos…
Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”.
En recuerdo de Manuel Marulanda, Raúl Reyes y sus compañeras/os caídos.

Colombia cuenta con un Estado narco-terrorista, lleno de para-políticos y para-militares a las órdenes de la mafiosa oligarquía colombiana y del imperialismo norteamericano. A pesar de ser el Estado más represivo de toda América Latina (que no es poco), el control que ejerce sobre los medios de difusión capitalistas y el hecho de ser el principal aliado de USA en el continente le permite aparecer ante el mundo como un Estado democrático, un aliado y amigo del Occidente capitalista. Pero los hechos son radicalmente distintos y nuestra obligación como internacionalistas es denunciarlos.

En 1984, tras años de luchas populares y lucha político-militar, las FARC-EP, principal fuerza guerrillera colombiana, y Belisario Betancourt, entonces presidente de Colombia, llegaron a unos acuerdos, al calor de los mismos nació la Unión Patriótica como alternativa política lanzada por la organización guerrillera; tres años después más de 5.000 de sus militantes habían sido asesinados, incluyendo tres candidatos a la presidencia, congresistas, alcaldes y concejales, miles de militantes siguen desaparecidos y muchos tuvieron que pasar al exilio, o volver a la guerrilla para poder salvar sus vidas.

La represión contra el pueblo colombiano ha continuado durante todos estos años, En los primeros cuatro años del gobierno narcoterrorista de Alvaro Uribe (2002-2006), más de 15.000 campesinos, sindicalistas, periodistas, críticos del gobierno y miembros de asociaciones de derechos humanos fueron asesinados. Existen miles de fosas comunes con personas desaparecidas tras ser secuestradas, torturadas y asesinadas por los paramilitares. Se conocen casos en que han descuartizado vivas a las víctimas, junto con actos de canibalismo. Extensas zonas del campo colombiano controladas por las FARC-EP, y deseadas por oligarcas colombianos, han sido despobladas de campesinos después de aterrorizar y robar cuanto tenían, obligando a comunidades enteras a desplazarse a otras zonas. En la actualidad cerca de cuatro millones de colombianas/os han sido desplazados de sus hogares, siendo el segundo país del mundo en número de desplazadas/os internos.

El pasado 12 de mayo, Alvaro Uribe decidió extraditar a los EEUU a 14 jefes del narco-para-militarismo, co-responsables directos del cuadro de destrucción y terror descritos, paralizando así las investigaciones, evitando que sean juzgados por sus crímenes, y que sigan hablando de sus relaciones con más de 60 congresistas, empresarios colombianos y altos cargos del ejército y del gobierno.

Todo esto ocurre bajo el protagonismo del imperialismo norteamericano, que con la firma del “Plan Colombia” y “Plan Patriota” ha invertido varios miles de millones de dólares en armas, aviones, entrenamiento militar, infraestructuras, logística, etc., justificando estos gastos e intervencionismo militarista en mentiras como la lucha contra el narcotráfico, la defensa de la democracia y el desarrollo social. Sin embargo, la realidad es que el 70% de las/os colombianos están en la pobreza, el narcotráfico continúa enriqueciendo a muchos de sus allegados, y la democracia está corrompida. Su verdadero interés ha sido evitar que las fuerzas revolucionarias colombianas tomen el timón del país, que las multinacionales exploten sus materias primas y que Colombia sea la punta de lanza de sus planes estratégicos para el continente. En ese sentido, el año pasado los gobiernos de EEUU y Colombia acordaron una segunda Fase del Plan Colombia, la enorme cantidad de dinero dedicada al mismo, 43.800 millones de dólares (cinco veces más que en la primera fase), estará destinado a intensificar los objetivos de la primera Fase: represión interna contra las fuerzas revolucionarias colombianas y sobre los movimientos populares colombianos, y también, en utilizar a éste gobierno de la narco-para-política, para imponer sus planes en el continente.

Colombia (al igual que Israel en el Oriente Medio) es la punta de lanza de la guerra global USAmericana en el continente destinada a paralizar los cambios de los últimos años en esta región que hacen peligrar los beneficios de las transnacionales norteamericanas, españolas, y otras. Las incursiones militares en territorio venezolano y ecuatoriano; los planes de la CIA y la oligarquía boliviana para acabar con el gobierno de Evo Morales; la financiación de los “quintacolumnistas” cubanos; la base militar yanki que anuncian instalar junto a Venezuela; la “resurrección” de la IV Flota; las mentiras y montajes sobre los ordenadores de Raul Reyes; la firma de USA y del gobierno mexicano del “Plan Mexico” etc., son todos hechos de gravedad que intensifican la represión y militarización de la región y nos alertan sobre el intervencionismo imperialista a mayor escala. Debemos estar atentas/os y movilizarnos en su denuncia.

Palestina 60 años de holocausto, 60 años de resistencia.

Como hemos denunciado en alguna otra ocasión a lo largo del año, el 15 de mayo se cumplió el 60 aniversario de la proclamación del Estado de Israel, ese día nació un Estado terrorista, étnico-religioso y racista, origen del actual genocidio palestino. En aquellas fechas, las y los palestinos sufrieron más de 70 masacres a manos de los sionistas; más de 500 pueblos y aldeas fueron destruidas y unos 800.000 cuidadanos/as palestinas fueron arrastradas fuera de sus tierras acabando buena parte de ellas malviviendo en campamentos de refugiados en la más absoluta pobreza. Esta fecha es recordada por las y los palestinos como la Nakba (catástrofe). Fue el comienzo de un genocidio que ha continuado hasta nuestros días con nuevas fechas y acontecimientos especialmente significativos por su dramatismo, como la segunda gran ocupación que significó la entrada de los sionistas en la Franja de Gaza, Cisjordania y Jerusalén en 1967; la represión y el robo de tierras en Galilea en 1972, que dio origen al Yaum al-Ard (día de la Tierra); las matanzas de Sabra y Chatila en 1982; la masacre de Yenin en el 2002; la situación actual en la Franja de Gaza convertida en la “prisión” más grande del mundo con un millón y medio de habitantes sufriendo las incursiones diarias del ejército israelí, sin apenas electricidad, alimentos, medicinas y de todo aquello indispensable para vivir.

En la actualidad el número de refugiados palestinos y palestinas ha crecido a más 5 millones. Desde el 29 de septiembre del 2.000, fecha en que comenzó la Intifada de al Aqsa, cerca de 5.500 palestinas/os han sido asesinados y alrededor de 32.800 heridos. Las detenciones y terribles torturas son diarias, 11.000 prisioneras/os políticos, entre ellos cientos de niños, permanecen en cárceles judías. Israel incumple sistemáticamente las resoluciones de Naciones Unidas, y la Resolución del Tribunal Internacional de Justicia de la Haya, en relación con el “Muro del Apartheid”. Continúan construyendo nuevas colonias judías en suelo palestino, especialmente en Jerusalén para judaizarla, En definitiva, continúa el genocidio contra el pueblo palestino. Significativas fueron las palabras del viceministro de defensa israelí hace unos meses, amenazando con un “HOLOCAUSTO MAYOR”, cuando llevaban más de cien muertes, tras seis días de ofensiva militar en la Franja de Gaza. Todo esto ocurre con la ayuda indispensable del imperialismo norteamericano y europeo, cómplices del sionismo en este holocausto.

A pesar de todo, de la tremenda represión, de la fortaleza del enemigo, de los esfuerzos por enfrentar a unos palestinos contra otros (táctica utilizada de forma brutal por el imperialismo USA en demasiados lugares), el pueblo palestino, con la RESISTENCIA al frente, continúa luchando por la libertad y el fin de la ocupación sionista; por el establecimiento de un Estado palestino en Palestina, con Jerusalén como capital; por el retorno de las y los refugiados. El pueblo palestino siempre fue ejemplo de lucha y dignidad para los pueblos de todo el mundo. Animamos a continuar con la lucha y a destruir todas las trampas sionistas-imperialistas que pretenden la división y el enfrentamiento entre palestinos.

Boicoteemos a Israel; denunciemos el genocidio y la participación del Estado español en el mismo; denunciemos los planes y práctica guerrerista del imperialismo también en el Oriente Medio. Potenciemos la solidaridad internacionalista.

¡Resistencia no es terrorismo!.

Euskal Herria: represión y movimiento pro amnistía.

El Estado monárquico español está reprimiendo al movimiento popular vasco desde todos los ámbitos, mostrándose en cada acción contra la izquierda abertzale como lo que verdaderamente es: un Estado represor al servicio del capitalismo, que a pesar de su careta democrática no puede ocultar sus profundas arrugas franquistas.

La falta de democracia está siendo percibida cada vez por más personas a pesar de las cansinas macrocampañas de los medios de difusión capitalistas criminalizando a la izquierda abertzale, y ocultando su trabajo y sus posicionamientos en lo político, sindical, internacional, medio ambiental, mujer, jóvenes, etc. Todas las informaciones sobre el movimiento de liberación nacional vasco y sus organizaciones son para criminalizarlo y siempre dichas o escritas por sus enemigos nacionales y de clase.

Acabar con la izquierda vasca parece ser el objetivo del gobierno español. Así como los golpes, torturas, cárcel, prohibiciones, multas, ilegalizaciones, criminalizaciones, legislaciones de excepción…, los medios empleados para conseguirlo. Pero los problemas políticos de Euskal Herria, además de no tener solución con más represión, están pidiendo a gritos más democracia y no más estado de excepción, más derechos democráticos para los pueblos y sus trabajadores, y no para el imperio y sus explotadores.

La persecución judicial a la izquierda abertzale, utilizando a la “Audiencia Nacional” (heredera del viejo “Tribunal de Orden Público” franquista), es una de las prácticas represivas habituales del Estado que deja a la supuesta independencia judicial como un mal chiste. La Audiencia Nacional suspendió las actividades de las principales organizaciones políticas de la izquierda aberzale para que después fueran ilegalizadas (Herri Batasuna, Batasuna, Euskal Herritarrok, Jarrai, Haika y distintas plataformas populares); cerró medios de comunicación (Eguin, Eguin Irratia, Kale Gorria, Egunkaria); cerró las Herrico Tabernas; procesó y encarceló, hace tan sólo unos meses, a 46 vascas y vascos tras la farsa judicial del 18/98; suspendió hace cuatro meses las actividades de EHAK y ANV para que no pudieran presentarse a las elecciones de marzo, (el caso está ahora mismo en el Tribunal Supremo); y esta semana ha terminado la última farsa judicial (por ahora) contra 27 miembros de las Gestoras pro Amnistía.

Las Gestoras pro Amnistía son un instrumento antirepresivo que nace como consecuencia de la violencia del Estado contra el movimiento popular vasco, una violencia que ha creado miles de represaliadas/os políticos. Su trabajo durante estos 30 años ha sido defender los derechos de estas personas y denunciar públicamente las políticas y prácticas represivas del Estado contra ellas. Gestoras ha defendido sistemáticamente los derechos de las presas y presos políticos vascos, así como ayudado a sus familiares; ha denunciado las torturas y las políticas que la amparan; la guerra sucia; las violaciones de derechos humanos; las limitaciones de las libertades públicas; incluso a los tribunales de excepción, como la Audiencia Nacional que ahora pretende juzgarles. En definitiva, Gestoras ha sido los ojos que durante 30 años han visto como reprimían al Movimiento de Liberación Nacional Vasco y la boca que lo denunciado. El Estado no quiere testigos que lo denuncien, como los torturadores no quieren cámaras que los vean golpeando, humillando y degradando a las y los detenidos. Por eso han sido imputadas/os y por eso serán condenadas/os. Pero sabemos que mientras continúe la represión y la falta de derechos fundamentales seguirá habiendo ojos que vean y bocas que denuncien por toda Euskal Herria.

¡Solidaridad con los pueblos que luchan!

Comité de Solidaridad con los Pueblos (C.S.P.). Valladolid

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