El motivo de esta acción ha sido denunciar la precariedad a la que se ve sometida la juventud, en este caso en concreto en cuanto a la inaccesibilidad a una vivienda digna, pero teniendo muy claro que es una cuestión indisolublemente unida al proceso especulativo de constructoras y entidades bancarias, a la corrupción política y a la carencia de empleo digno y bien remunerado para el sector social más joven.
Coincidiendo con el día de los inocentes se ha querido realizar este acto simbólico bajo el lema “Para inocentada: Joven y sin casa”. Para ello se han montado varias tiendas de campaña en la plaza, se han extendido algunas pancartas y se han repartido octavillas.
Para inocentada: joven y sin casa
Actualmente el momento de crisis a todos los niveles que vive la juventud en Valladolid es muy notable. Centrándonos en la vivienda, podemos decir que realmente es una ironía el papel mojado que representan tanto la Constitución Española como la Carta de los Derechos Humanos en donde se dice textualmente que tod@s tenemos derecho a tener una vivienda digna. Queda en evidencia la inutilidad de ambos.
Entonces, ¿qué está ocurriendo? Tenemos que plantearnos cómo es posible que existan decenas de miles de viviendas en construcción, otras 15.000 sin ocupar y un@s 30.000 parad@s en esta ciudad, miles de personas sin acceso a medio plazo a una casa y muchas otras viviendo directamente en las calles y qué relación hay entre todos estos datos; aquí alguien nos está tomando el pelo. Los banqueros, constructoras e inmobiliarias y altos cargos políticos se han estado llenando los bolsillos durante el llamado periodo de la burbuja inmobiliaria a costa de la clase trabajadora y de nuestro entorno natural, de manera más clara en Castilla. Ante esto desde Yesca entendemos la ocupación de todo tipo de espacios como arma legítima de la juventud para luchar contra la precariedad de nuestras vidas y la imposibilidad para emanciparnos.
Con la explosión de esta burbuja y con la acentuación de la crisis, el sistema se resiente; las miles de personas empleadas en el especulativo sector de la construcción son despedidas, las escasísimas VPO se reparten a dedo entre la familia de los políticos (bien conocido es el caso de las que acabaron en manos del hijo del alcalde y demás familiares de cargos de la Junta). Los bancos por su parte, seguirán ahogando a la juventud que quiere tener un futuro y vivir dignamente; la banca no perderá y en el peor de los casos –para ellos, obviamente- sólo dejará de ganar, ayudada por un Estado que critica la socialización y nacionalización de empresas y servicios pero que no duda en insuflar dinero público a las entidades privadas que nos roban cada día. Curiosamente, mientras se socorre con los fondos de la ciudadanía a estos sinvergüenzas, se privatizan servicios básicos como la sanidad o la educación. Aunque aparentemente el precio de la vivienda baja, es más difícil que nunca acceder a créditos y las hipotecas nos esclavizan durante décadas.
Levantamos nuestra voz porque consideramos que esto es un despropósito y ya hemos aguantado lo suficiente. L@s jóvenes debemos cambiar esta situación porque somos quienes vamos a pagar primero las maniobras especulativas del poder sobre el pueblo castellano, sus recursos y su medio ambiente.
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