En lugar de Asturies deberíamos decir seirutsA, porque en esta sociedad al revés, los zorros cuidan a las gallinas, los empresarios dan de comer a las trabajadoras, los constructores protegen el medioambiente, los medios de comunicación mienten menos de lo que hablan… y la juventud que denuncia el aumento del racismo y la xenofobia se encuentra, día sí y día también, con agresiones por parte de grupos de extrema derecha, multas en los juzgados y seguimientos policiales.
No nos queda otro remedio que comenzar a leer de derecha a izquierda, leer en lo que no está escrito y escribir donde no se lee. Por ello, el próximo domingo día 13 de julio, la Coordinadora Antifascista d’Asturies organiza una jornada de trabajo dedicada a la autodefensa jurídica, mediática y personal.
Antes de que nos señalen con el dedo los de la mano invisible del mercado, explicaremos qué es lo que pretendemos y por qué queremos invitaros a participar.
¿Autodefensa mediática?
Los medios de comunicación empresariales cubren la realidad con de noticias, de forma que los problemas sociales pasan a ser incompresibles. Por eso podemos decir que la violencia comienza cuando el periodismo llega: manifestarse por la calle, pegar un cartel en la pared o repartir panfletos se convierten en actividades delictivas cuando pasan por el filtro de las empresas mediáticas, sobre todo si son protagonizadas por jóvenes sin corbata que no mendigan nada.
El periodismo apunta a lo que se sale de lo común, a lo extraordinario. Por eso la violencia del día a día no encaja en sus portadas: despidos, racismo institucional, machismo cotidiano, emigración forzada… Al fin y al cabo, declarar que somos un pueblo inviable no es una forma de violencia espectacular, más bien es un acto burocrático.
En todo caso saldremos en los noticiarios de manera descontextualizada, llorando nuestros problemas, lamentándonos por no poder hacer nada. Pero cuando no nos resignamos a escoger entre precariedad y emigración (cuando no las dos al mismo tiempo), entonces nos volvemos peligrosos, irresponsables, intolerantes, violentas...
¿Autodefensa jurídica?
La criminalización aparece, en primer lugar, como una ofensiva jurídica, es decir, como el intento de blanquear la represión. Después dejar manga ancha a los grupos neonazis y aplaudir las cargas policiales, lo que viene es perseguir jurídicamente a las personas y organizaciones protagonistas de la movilización social: 14 jóvenes se enfrentan a una petición fiscal que suma los 35 años de cárcel y multas de más de 60.000 euros por el simple hecho de manifestarse contra el racismo y el chauvinismo español de grupos ultra como Democracia Nacional, y este no es el único caso.
Tan importante es la intimidación como conseguir una sentencia condenatoria. Las denuncias, los procesos y las condenas son, antes que nada, un mecanismo que busca paralizarnos, separarnos del resto de la sociedad, volvernos sospechosas…
Necesitamos conocer nuestros derechos, aunque sea para defendernos de quienes los vulneran por sistema, igual que necesitamos conocer la ley de la gravedad para poder volar. Saber cómo y dónde presentar una denuncia, buscar asistencia legal, … se hace imprescindible para poder seguir denunciando las injusticias.
¿Autodefensa personal?
Las agresiones sufridas por varios jóvenes e inmigrantes en los últimos meses en Asturies, nos recuerdan que no sólo sufrimos violencia simbólica.
Los grupos neonazis se entrenan a diario para ejercer la violencia física y para asesinar porque para ellos constituye un fin en si misma. En la mayoría de los casos, los conocimientos necesarios para golpear y matar los obtienen en su instrucción como militares o mientras preparan sus oposiciones para policías, cuerpos en los que además les pagarán por hacerlo.
Por todo esto debemos de aprender a protegernos, porque nosotras no tenemos quienes nos protejan. Es imprescindible saber como evitar las provocaciones y situaciones de peligro. No podemos permitir que sigan sucediéndose los juicios penales contra jóvenes por defenderse de intentos de agresiones fascistas, ni debemos permitir que las agresiones que los fascistas sí logran perpetrar queden sin condena social.
Los extremos se adoran
El mercado, que dice liberarnos porque nos deja escoger el color de nuestros barrotes, se presenta como una fuerza sobrenatural ante la que nada podemos hacer. De la riqueza dicen ser responsables los empresarios, ¿y de la crisis? Nadie. Por eso la Patronal, los sindicatos “mayoritarios” y el Gobierno español acaban de anunciar un frente unido contra la crisis. Todos contra la crisis, todos contra nadie.
En Asturies ya sabemos que la Crisis es la industria más rentable. Por eso no nos queda otra que transformar el dolor –como el que sentimos tras el asesinato de Carlos– en capacidad de enfrentarse a este orden de cosas, de forma continuada y no sólo en las fiestas de guardar.
Sobran las razones, pero tú nos haces falta.
miércoles, julio 09, 2008
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