La Haine Valladolid entrevista a Enrique para analizar más detenidamente todo el conflicto que ha mantenido a lo largo de este tiempo con la empresa. " Gracias al juicio se ha podido demostrar, primero, la persecución sindical y segundo, la ineptitud del director y de gran parte de su corte".
La Haine: ¿Cómo le informaron de que había sido despedido?
Enrique: La información de mi despido me llego telefónicamente y a través del sindicato sobre las diez de la mañana, pues estaba de tarde.
LH: Si se ha demostrado que la empresa no tiene razones suficientes para despedirlo, ¿cuáles son sus razones? ¿Por qué cree que lo hizo?
E: En síntesis, ser el único delegado opositor a su sistema productivo. Dado que por una concepción de su director, hay que trabajar las ocho horas, aunque se halla llegado al tope de producción.
El susodicho director (Juan Antonio García Soto) dado que la factoría de Motores abastece a Francia, Turquía, Rumania e India, no puede permitir que un sindicalista le pueda afectar la producción y fallar en el suministro internacional.
LH: Le han ofrecido dinero “suficiente” como para solucionarle la vida a cambio de su despido, ¿por qué lo rechazó y decidió seguir luchando por su readmisión?
E: Si, me llegaron a ofrecer dinero pero por parte de los sindicatos mayoritarios, no era suficiente (70.000€), quizás a otro si, pero a mi en particular, no. Lo rechacé por demostrar que todavía se puede luchar, con tal de demostrar lo inhumano de la cadena de Motores, en este caso hay que luchar, incluso con la amenaza del despido.
LH: ¿Cuál es su valoración de las diferentes acciones llevadas a cabo por otros sindicatos, la asamblea de apoyo y/o el sindicato al que pertenece, Trabajadores Unidos, durante el conflicto?
E: Toda ejecución de las manifestaciones se han efectuado bajo el control de Trabajadores Unidos, apoyados por C.G.T y la Asamblea de apoyo. Estas muestras siempre han sido positivas, y siempre resultan ventajosas a la hora de informar a una parte de la ciudadanía.
LH: ¿Qué reacción han tenido los propios trabajadores de FASA ante tu conflicto con la empresa?
E: La reacción de los trabajadores por parte de la factoría de Montaje Carrocerías ha sido muy positiva, por parte de la factoría de Motores, y pensando que es un sector joven, al que hay que ir concienciando poco a poco y una vez que hayan perdido el miedo, se pueden esperar mejores resultados. Esto es lo que teme su director.
LH: ¿Cuál es su opinión sobre la represión ejercida por la empresa, ya sea directa o indirecta, en la fábrica o en la calle, deteniendo a gente, multando, cargando en manifestaciones, etc.?
E: Esta factoría, dado que tiene a los sindicatos mayoritarios comprados, véase colocando a sus familiares, la permisibilidad de horas sindicales, no tiene ningún perjuicio en aplicar su represión a quien intente oponerse a sus métodos de fabricación.
LH: ¿Cuál es su visión del juicio celebrado el 29 de abril?
E: Gracias al juicio se ha podido demostrar, primero, la persecución sindical y segundo, la ineptitud del director y de gran parte de su corte, véase Calidad, y de los argumentos profesionales que pueda tener un Jefe de Unidad ante un empleado con 29 años de servicio que ya ha visto de todo en Renault.
LH: La empresa ha recurrido la sentencia. Le van a pagar pero no le permiten entrar en la fábrica. ¿Cuál es su opinión sobre esto? ¿Cómo se piensa responder?
E: La Empresa ha solicitado un suplicatorio ante el Tribunal Superior de Castilla León. Debe pagar, por lo pronto, lo que tarde en salir el suplicatorio. En lo demás puede que se haga esperar hasta que el Tribunal sentencie el suplicatorio. A la fábrica puedo entrar siempre en condición de delegado sindical.
La opinión que todo esto merece es que esta y todas las empresas se aprovechan de lo desfavorecido que está el trabajador ante unos sindicatos que, habiendo logrado unos créditos de los gobernantes y ante una incierta seguridad de sus poltronas, van a estar chupando y viviendo a costa de las necesidades ajenas hasta que alguien verdaderamente dispuesto y con carácter movilizador honesto sea capaz de conseguir la unidad obrera para reunir el suficiente material revolucionario, no para cambiar un sistema, sino para que el trabajador, motor de esta sociedad, tenga una calidad de vida, y no que a costa de su salud, esté mejorando la nómina de sus explotadores y éste, a cambio, por cada día que pasa, empeore las condiciones laborales con la seguridad de que sus actos queden impunes, claro está, hasta que alguien con decisión de el primer paso.
Sin más, desde La Haine deseamos un final feliz para el compañero Enrique en esta larga lucha contra FASA Renault.
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