Hoy se cumplen seis meses desde que nos robaron a nuestro compañero Carlos. Un militar se dirigía a una manifestación de claro carácter xenófobo convocada por un partido fascista cuando se cruzó en el camino de Carlos y lo asesinó vilmente en el metro madrileño a navajazos. El joven de 16 años se dirigía junto a muchas otras personas a un acto de repulsa ante la manifestación de los neonazis en un barrio obrero con gran peso de población extranjera y pretendían denunciar la permisividad institucional que aprobaba tal circunstancia.
Esta acción que hemos llevado a cabo simboliza algo más que el recuerdo de Carlos; simboliza que quiénes están manchados con su sangre y con la de todas las víctimas de las agresiones fascistas no son sólo los autores materiales de los crímenes; lo son las agrupaciones políticas dominantes que permiten frecuentemente los eventos de los asesinos y les ofrecen legalidad y legitimidad; lo son también las fuerzas de seguridad del Estado -de las cuáles formaba parte el homicida- en ésta y en otras muchas ocasiones de violencia indiscriminada; lo son los medios de comunicación que mediante la manipulación trataron de hacer creer a la ciudadanía que todo fue una reyerta entre bandas; culpables son todas aquellas personas que han excusado el crimen y evadido la verdad de los hechos restándole la importancia que tiene. Simboliza nuestra tristeza, nuestra rabia y nuestra indignación, pero también representa que el mejor homenaje que podemos hacerle es continuar su justa lucha.
Seis meses después de su muerte, la figura de Carlos se perfila cómo un referente en la lucha por las libertades, cómo un joven que perdió su vida demasiado pronto defendiendo a su vecin@s de la intolerancia racista. Su nombre se suma a una larga lista de un centenar de personas que han sido asesinadas por la extrema derecha desde hace menos de veinte años en el Estado español. Desde Yesca, la juventud castellana y revolucionaria, no queremos que la memoria de est@s luchadores y luchadoras caiga en el olvido y exigimos que llegue a su fin el fascismo callejero que nos mata y el institucional que cobija y ampara a los autores materiales de las agresiones y asesinatos.
NOTA: A primera hora de la mañana el servicio de limpieza del ayuntamiento de Valladolid ha acabado con la mayoría de las pintadas y limpiado las fuentes donde se realizó esta acción simbólica.
http://yesca.org/index.php?hash=2a1a449eac137547fa50fb918279a69c&mnid=182&page=
1 comentario:
Me parece que el trabajo de este blog es más que excelente, lastima que en mi pais costa rica no se organizan tan bien como en españa, se hacen protestas y demás solo en veces perdidas.
davidm_67@latinmail.com
Publicar un comentario